8 trucos para detectar noticias falsas de salud mental

Vivimos en la era digital, también conocida como era de la información ya que la comunicación y difusión de noticias e información está a nuestro alcance más fácil que nunca. Sin embargo, la exposición a tal multitud de canales de divulgación también puede volverse en nuestra contra, puesto que, de igual manera, jamás había resultado tan sencillo la propagación de bulos y noticias falsas sobre salud mental.

Los bulos y noticias falsas sobre salud están cada vez más presentes en el contenido que recibimos a diario, sobre todo en redes sociales. Este fenómeno ha hecho aflorar muchas organizaciones que se dedican, precisamente a destapar estas informaciones y algunas de las redes sociales como WhatsApp, Twitter o Facebook empiezan a aplicar estrategias para luchar contra estos bulos a nivel mundial.

La preocupación en torno a bulos y noticias falsas es especialmente delicada en el ámbito de la salud mental, puesto que pueden llegar a tener consecuencias confusas para la población, especialmente las que dan información errónea sobre enfermedades, tratamientos y cuidados sin base científica.

Buena parte de la responsabilidad a la hora de difundir estos bulos está en nuestras manos, en nuestra capacidad de compartir o atajar la cadena de difusión de los mismos.

¿Cómo podemos saber si la información es un bulo o es veraz?

Antes de compartir información sobre salud mental, hay que contrastar si está avalada por instituciones oficiales o sociedades científicas. Si no tienes manera de comprobarlo, puedes preguntar a un profesional especializado. En caso que no se pueda constatar su veracidad, lo mejor es no difundir, y lo que sí puedes hacer, en todo caso, es informarte a través de las páginas web de las sociedades científicas, organizaciones colegiales, instituciones sanitarias y hospitales, entre otros.

8 trucos para detectar los bulos o noticias falsas:

1. Fíjate bien en los titulares. A menudo los bulos de salud mental tienen titulares llamativos en mayúsculas y con signos de exclamación.
2. ¿Quién lo firma? Normalmente se trata de información anónima, en la que no se citan las fuentes de información
3. ¿Quién lo dice? Investiga la fuente de información para asegurarte de que la noticia procede de una fuente de confianza con evidencia científica.
4. ¿Puedes contactar con los responsables de la web? Si la web donde está la noticia no dispone de un canal en la que puedas contactar con ellos (correo electrónico, teléfono, formulario de contacto) es que es poco fiable.
5. Diseños llamativos y faltas de ortografía. Fíjate bien en el diseño de la página y desconfía si, además, detectas faltas de ortografía.
6. ¿De quién son las fotografías? Si las fotografías son periodísticas, deben indicar quién es su autor/a sino puede que estén manipuladas.
7. ¿Cuándo se ha publicado? Fíjate bien en la fecha de publicación. Muchas veces se difunden informaciones antiguas que no están actualizadas y pueden confundir.
8. ¿Alguien más habla de ello? Si se trata de una información llamativa por su contenido o relevancia, comprueba si otros medios de comunicación lo han publicado.