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Abordar el consumo de sustancias con los adolescentes con TDAH

Consejos para hablar sobre los peligros que conlleva con nuestros hijos e hijas
Javier Peris

Javier Peris Escribá

CEO y cofundador
RedTDAH
Amadeo Aquilis

Amadeo Quilis Bilbao

CEO y cofundador
NeurodiverSI
Abordar consumo con adolescentes con TDAH

La adolescencia es una etapa de nuestra vida que supone muchos cambios a diversos niveles (biológicos, sociales, sexuales, familiares, culturales...), llena de altibajos y momentos complejos. Es una etapa crítica en la que pueden surgir diferentes problemáticas, que dependen de muchos factores, como la personalidad, el entorno, la cultura y el momento vital, que pueden afectar al bienestar físico, mental y emocional de las personas.

La baja autoestima, el bullying, los trastornos alimentarios, las relaciones sexuales sin protección, las conductas de riesgo, los conflictos en el entorno familiar, el consumo de sustancias, la dependencia a la tecnología o las dificultades de relación son algunas de las situaciones problemáticas que pueden darse durante la adolescencia. Pero en el caso de las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se añaden otros problemas a los que se deben enfrentar (y con mayor intensidad) y que pueden afectar su desarrollo y su calidad de vida de manera mucho más acentuada que en el resto de adolescentes. 

  • Dificultades académicas: pueden tener problemas para concentrarse, organizar, planificar y completar sus tareas escolares. También pueden distraerse fácilmente, olvidar las instrucciones o cometer errores por descuido. Esto puede afectar su rendimiento, su motivación y su autoestima. 
  • Problemas sociales: pueden tener dificultades para relacionarse con sus compañeros y compañeras, con el profesorado y con sus familiares. Pueden ser impulsivos, hablar demasiado, interrumpir o no respetar los turnos. También pueden ser percibidos como personas inmaduras, irrespetuosas o conflictivas. Esto puede generar rechazo, aislamiento o bullying. 
  • Problemas emocionales: pueden experimentar emociones intensas y cambiantes, como ira, frustración, ansiedad o tristeza. Pueden tener dificultades para regular sus emociones y expresarlas de forma adecuada. También pueden tener una baja autoestima, un sentimiento de culpa o una falta de confianza en sí mismos. 
  • Problemas de conducta: pueden mostrar conductas desafiantes, rebeldes o agresivas hacia la autoridad o las normas. Pueden actuar sin pensar en las consecuencias, tomar riesgos innecesarios o involucrarse en actividades ilegales o peligrosas. También pueden tener más probabilidades de consumir sustancias psicoactivas (drogas) o desarrollar trastornos del comportamiento.

Es importante entender cómo el TDAH afecta el cerebro y el comportamiento en la adolescencia. Se trata de un trastorno del neurodesarrollo que causa dificultades en la atención, la impulsividad y el funcionamiento ejecutivo. Estos desafíos pueden hacer que sea más difícil para los adolescentes con TDAH conectar sus acciones con las consecuencias, regular sus emociones e impulsos, planificar con anticipación, resistir las tentaciones y lidiar con el estrés y la frustración, y ser incomprendidos, rechazados o identificados como “el que dice tonterías”, entre otras cosas. 

TDAH y consumo problemático de sustancias en la adolescencia

Los estudios han demostrado el aumento del riesgo de consumo de sustancias y adicción entre las personas con TDAH, que son más propensas a experimentar con drogas y alcohol, a comenzar a consumirlos a una edad más temprana, a consumirlas con más frecuencia y en dosis más altas y a desarrollar trastornos por uso de sustancias que las personas sin TDAH. Entre algunas de las causas, podríamos destacar:  

  • La curiosidad: las personas con TDAH en la adolescencia pueden ser más curiosas y aventureras y pueden buscar experiencias novedosas y estimulantes a través del consumo de sustancias. 
  • La presión de grupo: pueden tener dificultades con las habilidades sociales y las relaciones con sus compañeros y compañeras, y pueden usar sustancias para encajar, impresionar a los demás o evitar el rechazo. 
  • La impulsividad: pueden actuar según sus impulsos sin pensar en las consecuencias, y pueden tener problemas para decir que no a las ofertas u oportunidades para consumir sustancias. 

Por eso, además de la información y la formación en el aula, es importante que nos  comuniquemos con nuestros hijos e hijas para explicarles los peligros y las consecuencias del consumo de sustancias y la adicción de una manera clara, honesta y respetuosa. 

Las personas con TDAH son más propensas a experimentar con drogas y alcohol, a comenzar a consumirlos a una edad más temprana, con más frecuencia y en dosis más altas.

¿Qué señales me pueden indicar que mi hijo o hija puede tener un problema de consumo de sustancias?

- Cambios en el estado de ánimo, el comportamiento o la apariencia

  • Perder el interés en las actividades que antes disfrutaba.
  • Dejar a las viejas amistades por un nuevo grupo.
  • Actuar con abatimiento, agresividad o enfado.
  • Dormir más de lo habitual.
  • Romper las reglas.
  • Exhibir cambios físicos como pérdida repentina de peso, hemorragias nasales frecuentes, ojos ensangrentados o llorosos o temblores. 

- Dificultades con la atención, la impulsividad y el funcionamiento ejecutivo, con problemas para: 

  • Conectar sus acciones con las consecuencias.
  • Regular sus emociones e impulsos.
  • Planificar con anticipación.
  • Resistir las tentaciones.
  • Lidiar con el estrés y la frustración. 

- Problemas con el rendimiento escolar y en la asistencia:

  • Suspender exámenes y cuestionarios.
  • Obtener malas calificaciones en las clases.
  • Faltar a clase o faltar a la escuela sin tu aprobación.

- Evidencia de uso o posesión de sustancias

  • Encontrar drogas, alcohol, utensilios sospechosos o medicamentos recetados en su habitación o mochila.
  • Oler a alcohol o marihuana en su aliento o ropa.
  • Notar que falta dinero u objetos de valor en casa. 
Consumo de sustancias

La relación entre el TDAH y el trastorno por uso de sustancias

¿Cómo puedo hablar con mi hijo o hija sobre su consumo de sustancias?

Si sospechas o confirmas que tu hijo o hija tiene un problema de consumo de sustancias, es importante que busques ayuda profesional lo antes posible. El consumo de sustancias puede tener efectos graves y duraderos en la salud física, mental y emocional de las personas, así como en el desarrollo académico, social y personal. 

Algunos consejos para abordar el tema:

- Infórmate y ofrécele información precisa

  • Aprende sobre los efectos de las diferentes sustancias en el cerebro y en el cuerpo, los signos y síntomas del consumo de sustancias y la adicción, y las opciones de tratamiento disponibles. 
  • Utiliza fuentes fiables de información, como sitios web de organizaciones acreditadas o libros de expertos en el campo. 
  • Explica a tu hijo o hija los hechos sobre el consumo de sustancias y sus efectos en su salud, en su bienestar y en su futuro. 
  • Usa ejemplos que sean relevantes para su edad, intereses y metas. 
  • Evita exagerar o minimizar los riesgos.
  • Sé honesto acerca de tu propio conocimiento y experiencia. 

 - Comienza a tratar este asunto lo antes posible: No esperes hasta sospechar de la existencia de un problema. Habla sobre el tema antes de que se exponga a la presión o a la tentación de sus compañeros y compañeras. 

- Utiliza buenos momentos y lugares para la conversación

  • Busca oportunidades para sacar el tema de forma natural, como cuando veas o escuches algo relacionado con el consumo de sustancias en los medios de comunicación, en tu comunidad o en tu familia.
  • Pregúntale qué piensa o sabe al respecto, y comparte pensamientos y sentimientos.
  • Encuentra un momento tranquilo y privado en el que no estéis ocupados, distraídos o bajo la influencia de ninguna sustancia.
  • Evita iniciar la conversación cuando esté enojado, preocupado o cansado. 

- Escucha activamente, con respeto y comprensión. Mantén la conversación

  • Muestra interés y empatía cuando te hable. 
  • Evita interrumpir, juzgar, sermonear o criticar. 
  • Haz preguntas abiertas que le animen a expresar sus opiniones, sentimientos e inquietudes.
  •  Valida su perspectiva y reconoce sus desafíos. 
  • Demuéstrale que te preocupas por él o ella y que quieres ayudar. 
  • Usa un tono amigable y compasivo, y evita culparle, avergonzarle o amenazarle. 
  • Reconoce sus sentimientos y opiniones, y escucha lo que tiene que decir. 
  • No hagas de esto una conversación de una sola vez. 
  • Comunícate con regularidad y muestra interés en su progreso y desafíos.
  • Sé abierto y honesto, y mantén una relación de confianza. 

- Proporciona información precisa y relevante sobre los riesgos y daños del consumo de sustancias y la adicción y usa ejemplos que sean significativos de cómo el consumo de sustancias puede afectar su salud, sus metas, sus relaciones o su futuro. 

- Establece expectativas

  • Establece reglas y límites claros sobre el consumo de sustancias en la familia, explicando las razones de estas reglas y las consecuencias de romperlas.
  • Dile lo que esperas de él o de ella con respecto al consumo de sustancias y lo que sucederá si rompe las reglas. 
  • Sé claro y coherente, y sigue adelante con las consecuencias. 
  • Elogia sus comportamientos y logros positivos, y recompensa sus esfuerzos por cambiar. 

- Ofrécele apoyo y anímale a buscar ayuda: 

  • Hazle saber que siempre estás ahí si necesita ayuda o consejo.  
  • Elogia sus fortalezas y logros. 
  • Ayúdale a encontrar formas saludables de lidiar con el estrés, el aburrimiento o las emociones negativas. 
  • Anímale a perseguir sus intereses y pasatiempos. 
  • Ofrécele o ponle en contacto con modelos positivos y mentores. 
  • Demuéstrale que no está solo o sola y que hay muchos recursos y profesionales que pueden ayudarle a superar su problema de consumo de sustancias. Existen diferentes tipos de opciones de tratamiento disponibles para los adolescentes con problemas de consumo de sustancias, según la gravedad de su afección, el tipo de sustancia que consumen y sus necesidades y preferencias individuales.
comunicacion familiar

¿Influye la comunicación familiar en el desarrollo del adolescente?

¿Qué debo hacer si mi hijo se niega a hablar sobre su consumo de sustancias?

Es probable que a tu hijo o hija adolescente le cueste hablar sobre esta problemática y que se niegue a hacerlo. Ante esta situación algunos consejos te pueden ayudar a abordar la problemática:

  • Respeta su privacidad y autonomía: Es posible que no quiera hablar sobre su consumo de sustancias porque siente vergüenza, miedo o enojo. También puede sentir que estás invadiendo su espacio personal o tratando de controlar su vida. Trata de respetar sus sentimientos y límites, y evita husmear, espiar u obligarle a hablar. En su lugar, hazle saber que te preocupas y que estás disponible cuando quiera hablar, con tono conciliador y no amenazante.
  • Sé paciente y persistente: Es posible que no pueda hablar sobre su consumo de sustancias de inmediato, que necesite algo de tiempo para procesar su situación y sus emociones, o para darse cuenta de las consecuencias negativas de su comportamiento. No presiones ni esperes resultados inmediatos. En su lugar, sé paciente y persistente al mostrar tu interés y apoyo. Mantén las líneas de comunicación abiertas y busca oportunidades para plantear el tema con delicadeza y respeto. 
  • Busca ayuda profesional: Si se niega a hablar contigo sobre su consumo de sustancias, es posible que esté más dispuesto a hablar con una persona profesional capacitada y con experiencia en el tratamiento de este problema. Puedes consultar con tu médico o médica de atención primaria, con profesionales de la salud mental o con especialistas en abuso de sustancias para obtener asesoramiento y referencias. Puedes sugerirle que intente hablar con una persona profesional, y ofrecerte a acompañarlo o a ayudarlo a programar una cita.
  • Únete a un grupo de apoyo: No estás solo o sola en esta situación. Hay muchos otros padres y madres que están pasando por desafíos similares y que pueden ofrecerte apoyo y orientación. Puedes unirte a un grupo de apoyo o a una comunidad en línea donde puedas conectarte  y compartir tus experiencias y sentimientos, y aprender unos de otros. También puedes animar a tu hijo o hija a unirse a un grupo de apoyo para adolescentes con problemas de consumo de sustancias, donde pueda conocer a otras personas que entiendan lo que está pasando y que puedan motivarle a cambiar. 
Pregunta al experto

Prevenir el consumo de cannabis en adolescentes

¿Cómo puedo prevenir que mi hijo o hija consuma sustancias?

- Crea una relación fuerte y positiva

  • Demuéstrale que te preocupas por él o ella, que sientes respeto y confianza. 
  • Pasa tiempo de calidad y comparte tus valores y expectativas. 
  • Ofrece tu apoyo para que alcance sus metas e intereses, y para superar sus desafíos. 

- Habla abierta y honestamente sobre el consumo de sustancias. 

  • Bríndale información precisa y relevante sobre los riesgos y las consecuencias del uso de diferentes sustancias, y los beneficios de mantenerse alejado de ellas. 
  • Utiliza momentos de enseñanza, como noticias, películas o experiencias personales, para iniciar la conversación. 
  • Escucha sus opiniones y preguntas, y responde a ellas con respeto y objetividad. 
  • Evita los sermones, las regañinas y las amenazas. 

- Establece reglas y límites claros y consistentes sobre el consumo de sustancias en la familia

  • Explica las razones de tus reglas y las consecuencias de romperlas.
  • Sé firme y justo al hacerlas cumplir, y sigue adelante con las consecuencias.
  • Elogia y recompensa el esfuerzo de seguir las reglas y de tomar decisiones saludables. 

- Monitorea las actividades y relaciones de tu hijo o hija. No se trata de ser un policía, o fiscalizar su vida, pero sí de conocer sus intereses. 

  • Conoce quiénes son sus amistades, a dónde van, qué hacen y cómo gastan su dinero.
  • Involúcrate en sus actividades escolares y extracurriculares, y anímalo a participar en las positivas. 
  • Ayúdale a encontrar alternativas al consumo de sustancias, como el deporte, los pasatiempos, el voluntariado u otros intereses. 

- Sé un buen modelo a seguir.

  • Evita consumir sustancias, o hazlo con moderación y responsabilidad. 
  • No le proporciones sustancias (tampoco a sus amistades), ni permitas que consuman sustancias en tu hogar o bajo tu supervisión.
  • No hagas bromas ni comentarios positivos sobre el consumo de sustancias, ni se las ofrezcas de ninguna manera. 
  • Muéstrale cómo lidiar con el estrés, el aburrimiento o las emociones negativas de manera saludable.

- Busca ayuda profesional si es necesario. Si sospechas o confirmas que tu hijo o hija tiene un problema de consumo de sustancias, no dudes en buscar ayuda profesional lo antes posible.