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Artículo

Trauma psicológico y trastorno psicótico: ¿existe una asociación entre ellos?

Una experiencia traumática durante la infancia triplica el riesgo de tener un trastorno de salud mental en la edad adulta  
Alicia Valiente

Dra. Alicia Valiente

Psiquiatra y psicoterapeuta. Hospital de Día y Unidad de Investigación del Centre Fòrum
Parc de Salut Mar
Trauma infantil y psicosis

Cada vez hay más evidencia científica que relaciona el hecho de haber sufrido experiencias traumáticas durante la vida con un mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales, incluido el trastorno psicótico. 

Se cree que las experiencias traumáticas que suceden durante la primera infancia, sobre todo en el período comprendido entre los 0 y los 2 años, y durante la pubertad o adolescencia, pueden afectar al circuito implicado en el estrés y comportar alteraciones cerebrales persistentes.  

Respecto a este tema, hay estudios que han encontrado alteradas las hormonas asociadas al estrés (como por ejemplo el cortisol) en personas atendidas por trastornos de salud mental tales como el trastorno bipolar, el trastorno psicótico o el trastorno depresivo mayor. 

¿El trauma psicológico se asocia a los trastornos mentales?

La presencia de trauma durante la infancia triplica el riesgo de tener un trastorno de salud mental en la edad adulta, según los resultados derivados de un estudio realizado por el equipo investigador de la Unidad de Investigación del Centre Fòrum del Hospital del Mar. 

Además, se ha demostrado que el trauma también tiene un impacto importante en el curso y el pronóstico de diversos trastornos mentales, comportando síntomas más resistentes, más hospitalizaciones con más días de ingreso hospitalario y más coste para el sistema sanitario. 

¿Cómo afecta el trauma psicológico a las personas atendidas por un trastorno psicótico?

Presentar un primer episodio psicótico y su tratamiento constituyen per se una situación altamente estresante, que puede resultar en una experiencia traumática para la persona. Esta condición recibe el nombre de trastorno por estrés postraumático (TEPT) relacionado con la psicosis y, además, es una problemática muy frecuente, ya que hasta el 47 % de las personas que presentan un primero episodio psicótico también presentan un TEPT relacionado con la psicosis. Experimentar un TEPT relacionado con la psicosis implica una mayor severidad de los síntomas psicóticos, más síntomas depresivos acompañantes y un mayor riesgo de suicidio durante el primer año de seguimiento después del inicio del trastorno. 

Las experiencias traumáticas que suceden durante la primera infancia, la pubertad o adolescencia pueden afectar al circuito implicado en el estrés y comportar alteraciones cerebrales persistentes 

Además, en varios estudios realizados en personas atendidas con un trastorno psicótico crónico y que presentaban antecedentes traumáticos vitales previos se ha evidenciado una mayor gravedad del trastorno, una duración más larga de las estancias psiquiátricas y un mayor número de reingresos, una peor adherencia al tratamiento farmacológico (especialmente en el primer año de seguimiento), mayor severidad en los síntomas psicóticos positivos (alucinaciones e ideación delirante) y un peor funcionamiento y una calidad de vida más deficiente en estas personas. 

Factores de riesgo de la psicosis

Factores que elevan el riesgo de tener una psicosis

¿Existe algún tratamiento efectivo para el trauma psicológico?

Actualmente, hay varias terapias que han demostrado eficacia para tratar los trastornos asociados al trauma, como son la terapia cognitivo-conductual (TCC) centrada en el trauma y la terapia EMDR  (con las siglas en inglés Eye Movement Desensitization and Reprocessing, o sea,  Reprocesamiento y Desensibilización a través del Movimiento Ocular).

La TCC centrada en el trauma es una variante de la TCC, que incluye técnicas para ayudar a la persona a superar la situación traumática e implica una reestructuración cognitiva que pretende desmontar la creencia que tiene la persona de vivir en un mundo hostil.

Por otra parte, la EMDR es una terapia integrativa que incorpora elementos de la TCC, interpersonal y centrada en el cuerpo, y también incluye la estimulación bilateral normalmente a través de movimientos oculares. Desde 2013, esta terapia está recomendada para la Organización Mundial de la Salud como tratamiento de primera línea de los trastornos asociados al trauma, tanto en niños como en adolescentes y personas adultas. Hasta la actualidad, hay muchos estudios que han demostrado la eficacia y seguridad de la terapia EMDR en el tratamiento de los trastornos asociados al trauma, como el trastorno por estrés postraumático. Además, cada vez existe más evidencia de su uso en otros trastornos mentales comórbidos (o sea, simultáneos a otro problema de salud mental), como pueden ser los trastornos afectivos (depresión o trastorno bipolar), el trastorno por uso de sustancias o el trastorno psicótico.  

¿Qué evidencia científica hay del uso de la terapia EMDR en personas con un trastorno psicótico?

Los primeros estudios de la terapia Reprocesamiento y Desensibilización a través del Movimiento Ocular (EMDR) realizados en personas con trastorno psicótico se remontan a 2012, cuando se publicó el primer estudio piloto realizado en una muestra de 27 personas con trastorno psicótico y TEPT. La terapia EMDR demostró ser eficaz y segura para tratar los síntomas asociados al trauma en personas afectadas por un trastorno psicótico, pero también demostró un efecto positivo sobre las alucinaciones verbales auditivas, los delirios, los síntomas de ansiedad, depresivos y la autoestima. Posteriormente, el mismo grupo de investigación realizó un ensayo con una muestra mayor de 155 personas que presentaban un trastorno psicótico y TEPT, donde se replicaron los resultados positivos previos y, además, pudieron explicar que el empeoramiento experimentado por determinadas personas al iniciar la terapia EMDR es algo común y que no está relacionado a una mala respuesta de la terapia. Por tanto, no debería ser una limitación para aplicar la terapia EMDR en personas afectadas por un trastorno psicótico.  

EMDR  ha demostrado tener un efecto positivo sobre las alucinaciones verbales auditivas, los delirios, los síntomas de ansiedad, depresivos y la autoestima

En los últimos años también se ha realizado un estudio en personas con alto riesgo de psicosis, en que se aplicó la terapia EMDR en 28 pacientes cuyo grupo no recibía terapia. El tratamiento EMDR no solo mejoró los síntomas traumáticos, sino que también redujo los síntomas psicóticos atenuados, resultando en mayores tasas de remisión del trastorno psicótico. Este estudio pone de relieve la necesidad de añadir la atención al trauma psicológico en los programas de intervención precoz de este trastorno.

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Abordajes psicosociales de las psicosis

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En la actualidad, se están llevando a cabo dos estudios (ensayos clínicos) con personas que presentan un primer episodio psicótico y trauma psicológico, para comparar la terapia EMDR con el tratamiento habitual. En el primer estudio, donde se reclutó una muestra de 60 personas, se encuentra que la terapia EMDR es útil para mejorar tanto los síntomas psicóticos totales como para la recuperación subjetiva de la psicosis, la mejora de los síntomas de TEPT, depresión, ansiedad y el estado de salud general. Por otro lado, el segundo estudio está actualmente en curso en el Hospital del Mar y cuenta con una muestra de 80 personas gracias a la colaboración del Hospital de Vic, Mútua de Terrassa, Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. En el momento actual, se está finalizando la terapia y haciendo el seguimiento de los últimos sujetos participantes, y se espera que durante el año 2024 se puedan disponer de los resultados de este estudio para su publicación. 

¿Qué intervenciones se recomiendan respecto al trauma psicológico en la literatura científica? 

Dado los resultados descritos que evidencian la elevada prevalencia de trauma psicológico en la población general y su relación con un mayor riesgo de presentar un trastorno mental, en la literatura se recomienda mejorar las acciones de prevención y detección precoz del trauma en la infancia para reducir su prevalencia,  incorporar una mirada centrada en el trauma psicológico en la atención psiquiátrica especializada, que ayudaría tanto a minimizar el impacto del trauma psicológico en la infancia, reducir el riesgo de transición a trastornos mentales en la edad adulta y, por último, reducir los síntomas y el malestar emocional asociados al trauma en la edad adulta. 

Si tienes pensamientos suicidas, pide ayuda:

También puedes comunicarte con los servicios de emergencia locales de tu zona de residencia.